FRENTE DEMOCRÁTICO POPULAR DEL PERÚ
FEDEP
¡¡QUILAPAYUN Y LA MURALLA DE LA VIDA,
DONALD
TRUMP Y LA MURALLA DE LA MUERTE!!
Por Olmos
La
canción de Quilapayun, como un homenaje al grito libertario de la humanidad, toma
vigencia hoy más que nunca, esa linda canción, LA MURALLA, aquella que dice: ALCEMOS
ESTA MURALLA…JUNTANDO TODAS LAS MANOS,…LOS NEGROS SUS MANOS NEGRAS, LOS BLANCOS
SUS BLANCAS MANOS…….UNA MURALLA QUE VAYA DESDE LA PLAYA HASTA EL MONTE, DESDE
EL MONTE HASTA LA PLAYA…TUN, TUNQUERER…UNA ROSA Y UN CLAVEL, ABRE LA MURALLA, EL
SABLE DEL CORONEL TRUMP, CIERRA LA MURALLA,.. “AL CORAZON DEL AMIGO,…ABRE LA
MURALLA, AL VENENO Y AL PUÑAL, CIERRA LA MURALLA,…A LA LUCHA REVOLUCIONARIA…ABRE
LA MURALLA,…AL YANQUI TRUPM…CIERRA LA MURALLA…
La
ignominia de Trump, de construir una “muralla” para evitar el ingreso ilegal de
latinos, debe ser rechazado ante el mundo y es particular al pueblo hermano de
México. Debe ser rechazado incluso por el propio pueblo N.A.
La
historia de construcción de murallas en el mundo es diversa, pero destaca la
Gran Muralla China, que inicio su construcción y se extendió en el tiempo entre los siglos 7 y
8 a. de C. En esa época, las batallas eran algo común, la Dinastía Qin fue
quien los unificó en un solo imperio. Aun así debían defenderse de los
invasores del norte y por eso el emperador mandó a unir todas las murallas en
una sola, dándole vida a la Gran Muralla. Esta mide 6 mil km aproximadamente.
Este tipo de construcciones tenían que ver siempre con la defensa militar,
mantener a salvo su economía y el progreso que dependían de las rutas
comerciales y el flujo de comunicación.
Los
yanquis, siempre en la búsqueda de conquista de nuevos territorios, aplicaron
la política no oficial del “Destino Manifiesto” que se basaba, de acuerdo con
el historiador William E. Weeks, en tres temas fundamentales:
- · Las virtudes del pueblo norteamericano y sus instituciones;
- · La misión de expandir estas instituciones, redimiendo así y rehaciendo el mundo a imagen de los Estados Unidos;
- · El destino de Dios para hacer su trabajo.
El
origen de la inmigración anglosajona a Texas se remonta a 1820, cuando Stephen
F. Austin, defensor a ultranza del “Destino Manifiesto”, organizó una partida
con 300 familias para asentarse en el territorio con una licencia otorgada por
el gobierno mexicano, alguna página de un periódico mexicano de la época, se
criticaba el flujo masivo de inmigrantes blancos hacia el territorio. Las
mismas quejas que podemos leer actualmente contra la inmigración, que si olían
mal, que si vivían todos amontonados en pequeñas viviendas o que eran muy
ruidosos y bebían mucho. Al menos en los números no les faltaba razón, pues
para 1836, los colonizadores caucásicos superaban a los hispanos en una
proporción de 4 a 1, 30.000 anglos por 7.800 mexicanos.
Lo
que hoy son California, Nevada, Utah, Nuevo México y Texas —estados de EE.UU.
todos ellos— fueron en su día territorio mexicano. Para retirar sus tropas,
EE.UU. pidió a México que le cediera Nuevo México y Alta California y que le
permitiera el libre tránsito por Tehuantepec. Tras la derrota en Cerro Gordo,
el presidente Antonio López de Santa Anna renunció al cargo y su sucesor, el
presidente de la Suprema Corte de Justicia Manuel de la Peña, selló con la
firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo que, además de la transferencia de
territorios, estableció el río Bravo o río Grande como la línea divisoria entre
Texas y México.
La
historia de los yanquis está plagada de conquistas expansionistas de territorio, de política y
economía, aun de su idioma y cultura, basada en el desarrollo de la ciencia, de
tecnología, de ellos o ajena. Su desarrollo no es para la felicidad de la
humanidad, es para el sometimiento de la soberanía de los pueblos, sea con su
economía capitalista o con el poder de
las tropas y armamento al servicio de la
muerte.
Las tropas estadounidenses entraron al país
por diferentes frentes.
El
tratado estableció el río Bravo o río Grande como la línea divisoria entre
Texas y México
Preguntamos
entonces, ¿quiénes han sido los que han cruzado la frontera, y a sangre y fuego
establecieron “murallas de oprobio y afrenta” al pueblo mexicano?
Hoy,
Enero del 2017, el presidente de los yanquis, Donald Trump, en su primer
discurso, en forma desafiante, señala que seguirá la construcción del muro,
para evitar que crucen personas malvadas, delincuentes, narcotraficantes,
hombres mal olientesque les vienen a quitar el trabajo a los N.A. Señala
también, que será “México que pagara por
el muro”. El “sentir omnipotente, que todo lo puede y donde quiere, de una minoría
de los yanquis”, lo aplauden.
Trump,
su sentir “que todo lo puede”, su personalidad narcisista, lo puede llevar a un
desequilibrio estratégico y su locura le puede costar más de lo que se imagina.
Tal como lo menciona el doctor en psicología Ryne A. Sherman nos describe cómo
la personalidad de Trump es un verdadero peligro. Una de las características
más peligrosas de los narcisistas es que no les importa el bien común sino que
la ganancia personal, ya sea en dinero como en el mundo de los negocios o en
poder y prestigio y qué mejor puesto para uno que la Presidencia de EE. UU.
Los
narcisistas tienden a no mostrar su lado oscuro, pero lo tienen y es muy
peligroso, para ellos no importan los daños colaterales y están tan confiados
en sí mismos que se arriesgan y toman decisiones que pueden llevan al desastre
absoluto, aunque por supuesto jamás reconocerán el error o culparán a otro.
El
yanqui Trump, ahora como hijo predilecto de los N.A, no solo va a levantar el
muro a los mexicanos, levanta el muro a todos los latinoamericanos, que sueñan
con el “sueño americano”, y ¿entonces porque nuestros hermanos latinoamericanos
se van pa’ ya? porque no se quedan en la gran América del Sur y del Centro, y
las Antillas, si son nuestras tierras ricas y fértiles, porque se van para ser
explotados y por ganar más $ para enviar
a sus familias “pobres” de nuestra América. Porque simplemente no han aprendido
a amar a nuestra querida América, no hemos aprendido a rechazar que no somos el
patio trasero de los yanquis, no hemos aprendido a derrocar a gobiernos títeres
y corruptosque gobiernan nuestros pueblos de América; no hemos aprendido a
luchar por la América de Martí, del Che, de Allende o de los sueños de Heraud y
de muchos que anhelamos una América Libre y Socialista.
Que
construya el yanqui Trump su “muralla” pero antes que devuelva los territorios robados
de la querida Patria mexicana como son California, Nevada, Utah, Nuevo México y
Texas. Que la canción de los hermanos
chilenos de QUILAPAYUN Y LA MURALLA DE LA VIDA, se construya para toda la
América sin los yanquis.
Queremos
que los estados unidos devuelva los territorios que robo a México.
¡Yanqui
construye tu Muralla, pero después que
devuelvas los territorios robados a México!
¡Construyamos
una muralla que vaya desde la playa de la Patagonia hasta el monte de México,
de la América libre; la América de la
justicia y del trabajo digno; de la
América de la vida, la América Socialista!
Enero,
2017